jueves, 28 de abril de 2016

El arte de combinar las frutas para mejorar tu alimentación


Las frutas son de los alimentos más nutritivos y deliciosos que hay. Son exóticas, ácidas y dulces, y es por eso que son del gusto de chicos y grandes, también transmiten increíbles fuentes de nutrientes y energía, tales como fibra, antioxidantes y vitaminas. Pero no todo es miel sobre hojuelas, comer frutas es todo un arte, el cual te explicaremos a continuación.


A pesar de ser alimentos de fácil digestión,  hay ocasiones en las que nuestro estomago no soporta del todo cierta fruta a determinada hora del día. El motivo es que la fructosa natural de las frutas es azúcar que nutre al cerebro y al páncreas, la cual no causara fermentación siempre y cuando se le combine correctamente.

Por lo que, se recomienda evitar la combinación de las frutas con otro tipo de alimentos, ya que el azúcar de las frutas fermentará el complemento con el que se le combine, y esto causará descomposición prematura e indigestión. Se recomienda comerlas solas y con el estómago vació, para después esperar a que hagan digestión. En pocas palabras debes de ingerir frutas media hora antes de consumir otro tipo de alimentos.

Por ejemplo, combinar pan con guisados con jugo de naranja no es lo mejor para la digestión, ya que la naranja fermentará los alimentos afectando al hígado. De modo que el cuerpo a la larga pueda debilitarse y esté más propenso a otro tipo de enfermedades.

Para aprovechar al máximo los beneficios que aportan las frutas, y evitar que nos perjudiquen en la digestión, es necesario conocer los diferentes tipos de frutas que existen, y la combinación más saludable para nuestro organismo. A continuación te mostramos una tabla con los diversos tipos de frutas que hay.


Por ejemplo, puedes combinar las frutas ácidas con las semiácidas, las dulces con las semidulces, pero tienes que evitar mezclar más de tres frutas a la vez, de modo que no sobrecargues la digestión estomacal. Como por ejemplo: Un licuado de piña con limón y guayaba (frutas ácidas), o licuado de plátano con pera o papaya (frutas semidulces), licuado de jugo de naranja con fresas (frutas ácidas).

¡Por cierto! Nunca agregues azúcar blanca o refinada, ya que estarías estropeando las cualidades nutricionales de la fruta. 

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